Allí, sobre el primer estante de un escritorio extraño, se movían inquietos algunos ovillos de lana. Sabían que la débil tejedora había logrado el impulso para reiniciar su labor creadora.
"¡AYY! Mi cabeza está empezando a crecer, pero la aguja cuando se escapa ¡me da punzadas increíbles! Ya parezco "algo" no sé que seré y me parece que mi creadora tampoco."
El color había sido sugerido por el aquelarre de artistas del tejido, y el diseño también, pero el olvido de viejas técnicas no hizo fácil la labor de la tejedora.
"Estoy en varios pedazos: dos bolsas casi redondas, una alargada y dos bolsitas pequeñitas. No sé cómo terminaré, solo sé que la primera bolsita será mi cabeza porque apenas empezó a formarse yo empecé a existir (¿o a pensar?)."
Lo difícil era unir los pedacitos para lograr que el nuevo ser cobrara vida: “Ésta, la más gordita, es la cabeza. ¡Cómo se agita, está viva! La cola es bien sólida para que pueda pararse en sus dos únicas patitas traseras. Listo, ya tiene forma. Es difícil poner los cuernitos.” Los extraños cuernitos quedaron unos días dando vuelta entre ovillo y ovillo.
"¡AYY! Mi cabeza está empezando a crecer, pero la aguja cuando se escapa ¡me da punzadas increíbles! Ya parezco "algo" no sé que seré y me parece que mi creadora tampoco."
El color había sido sugerido por el aquelarre de artistas del tejido, y el diseño también, pero el olvido de viejas técnicas no hizo fácil la labor de la tejedora.
"Estoy en varios pedazos: dos bolsas casi redondas, una alargada y dos bolsitas pequeñitas. No sé cómo terminaré, solo sé que la primera bolsita será mi cabeza porque apenas empezó a formarse yo empecé a existir (¿o a pensar?)."
Lo difícil era unir los pedacitos para lograr que el nuevo ser cobrara vida: “Ésta, la más gordita, es la cabeza. ¡Cómo se agita, está viva! La cola es bien sólida para que pueda pararse en sus dos únicas patitas traseras. Listo, ya tiene forma. Es difícil poner los cuernitos.” Los extraños cuernitos quedaron unos días dando vuelta entre ovillo y ovillo.
“Ya estoy casi listo. Mis ojos tienen una visión especial, pero algo me falta porque todavía sigo entre lanas y vellones.
Han pasado dos días de incertidumbre: ¿Me pondrán todas mis partes o no?
¡Oh, veo a mi creadora ¡ ¡Ay, Ay! Esos pinchazos en la cabeza me dicen que estoy por estar listo. ¡Por fin, ya soy independiente y estoy listo para mi nueva dueña! Me han abrigado con una bufanda porque donde ella vive hace frío.”
Woopy ya estaba empacado en una hermosa bolsita con motivos infantiles. Neus iba a ser su nueva dueña allá, cruzando el Atlántico. El abuelo llevaba esa carga preciosa. “No lo vayas a olvidar en el fondo de la valija, Neus ya lo ha visto en Skipy y lo espera”
Estuve muy mareado por un tiempo, me parece que anduve por los aires. Cuando me sacaron de mi encierro, una cabecita rubia y curiosa se asomó a la boca de la bolsita y me vio. En su extraña lengua me dio la bienvenida y de ahí en más pasé a formar parte de la familia catalana de Neus. Aclaro que la mitad del tiempo la paso colgado de mi bufanda, es lo que le gusta a la pequeñina.
4 comentarios:
jejeje,
si
le gusta colgarlo de las manijas de los cajones....
Hola amiga
estoy deseando ver más engendros, el primero esta genial!!
Te cuento que para llevarte el logo debes clickar en el botón derecho del ratón, y dar a guardar imagen. A continuación debes hacer una nueva entrada y subir imagen. Y si solo quieres ponerlo en un lado de tú blog, púes lo haces desde dideño y subir imagen. Saludos.
Hola!!
Me ha encantado tu relato y el resultado del mismo también!!
Que el Señor te sonría :)
Maravilloso post! ; D
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